- 200 gr de masa madre
- entre 250 y 260 gr de agua (yo empecé con 250 pero me pidió un poco mas)
- 400 gr harina blanca de fuerza
- 6 gr de sal
- 30 gr de miel
- 25 gr de cacao
- pepitas de chocolate
Mezclar la masa madre con el agua y el cacao en polvo. Batir bien hasta que todo este disuelto, entonces incorporar la harina.
Mezclar hasta que no quede harina suelta y dejar que repose unos veinte minutos bien tapadito con film.
Añadirle la sal y la miel y empezar con el amasado.
Tendréis que amasar bien unos minutos. Al principio puede que la textura con la miel os resulte extraña pero luego evoluciona hacia un tacto mas normal.
Sera al final del amasado cuando incorporéis las pepitas. La cantidad es opcional y depende de gustos, admitir admite bastante pero la gracia de este pan es que sigue siendo un pan no un bollito y encontrarse pepitas solo de cuando en cuando tiene su gracia..... pero yo en gustos no me voy a meter, así que como os apetezca mas.
Amasar un poco mas para incorporar el chocolate y dejar levar cubierto unas 2-3 horas (vigilara ahora que hace mucho calor!).
Cuando haya doblado sacarlo del recipiente, volear y dividir en las porciones que queráis (también se puede hacer una sola pieza y que haga el segundo levado en su baneton).
Cubrir y dejar levar hasta que doble (a mi me tardo 1 1/2 hora).
Meter al horno al horno a 250 grados entre 20- 25 minutos (ojo! depende del tamaño, yo hice dos porciones).
Dejar enfriar en rejilla.
Espero que os guste tanto como a mi!!.
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