miércoles, 21 de julio de 2010

MERMELADA DE CIRUELA JAPONESA

Muchas veces olvidamos que las cosas mas sencillas son, en muchas ocasiones, las mejores y las que son capaces de provocarnos un murmullo de placer.
También somos demasiado dados a no recordar todo lo bueno que nos ofrece la Naturaleza y nos dedicamos a dejarla de un lado, no valorar sus tesoros y a maltratarla. Aunque yo he de mejorar mucho aun en llevar una vida respetuosa con el medioambiente el caso es que no olvido que todos los veranos tengo una cita con un árbol del que no se su nombre en concreto (¡lo siento!) pero que nos da un fruto delicioso : la ciruela japonesa.
¡Y da kilos y kilos!. Tenemos para comer, hacer pasteles y por supuesto mermelada!.
Estas ciruelas son de color rojo muy oscuro e intenso y del tamaño similar a una claudia (en cuanto pueda os pongo las fotos) y su sabor es increíblemente dulce y ácido a la vez.
Bueno pues yo, como buena chica, acudo todos los años a mi cita y el otro día recogí varios kilos de la fruta ya madura e hice unos 8 kilos de mermelada (el brazo duele un pelín al final, os confieso).
De aquí al final de verano me tocara otras tandas.... pero merece la pena. Duran todo el año y si con una rebanada de pan tostado ya esta de muerte no os podéis imaginar cuando se rellena un bizcocho, o se hace una tosta con queso de cabra derretido y un poco de la mermelada por encima, o minitartaletas de frutas con ella puesta de base.... en fin que la imanación os guié...
Os pongo la receta que podéis probar con cualquier tipo de ciruela, mirabelles o kiwi... o lo que queráis
INGREDIENTES
  • 1 kilo de las ciruelas pesadas sin hueso ( no necesitáis pelarlas)
  • 700 gr de azúcar

En un puchero profundo poner la fruta preparada y el azúcar y remover para que mezcle bien. Entonces encender el fuego y llevar a ebullición fuerte. No parar de remover durante unos 8 o 10 minutos.

Bajar un poco el fuego pero sin que deje de cocer y seguir removiendo (ya no es necesario que lo hagáis continuamente pero si de cuando en cuando).

El punto mas complicado que tienen las mermeladas es saber cuando están listas. En general con estas cantidades puede tardar unos 40 o 45 minutos, pero el tiempo no os va a dar muchas pistas porque varía bastante. Lo que viereis es que el liquido va reduciendo. Siempre va a estar liquida ¡siempre! lo único es que al final notareis que tiene un poco mas de densidad, pero tampoco mucha.

Al cabo de la media hora empezareis a hacer la prueba de la gota, es decir, con la cuchara que estáis removiendo dejareis caer un par de gotitas juntas en un plato, esperáis unos segundos e inclináis el plato. Al principio escurrirá muy deprisa y sera totalmente liquida, el punto óptimo se alcanza cuando pasados esos segundos al inclinarlo ya no esta tan liquida, tiende a escurrirse pero mucho mas lento. Si os parece que ha llegado ese punto, dejáis que enfrié como un minuto esas gotitas y volcáis otra vez, ahora apenas se moverá o lo hará muy poco.

Quitáis el puchero del fuego y metéis un poco de batidora por si ha quedado algún trocito de piel mas grande (no abuséis de la batidora que lo bonito es que se vean trocitos de piel) y vertéis la mermelada directamente en los tarros limpios en la que la vais a guardar.

Es importante que se pongan en los tarros nada mas retirarse del fuego porque si no empieza a endurecer. Los tapáis inmediatamente y dejáis enfriar.

Yo no he necesitado nunca hacer el vacio y algunas nos han durado hasta dos años (y porque nos las hemos comido!), lo único que por precaución los guardo en nevera.

Un detalle: yo le pongo esta proporción de azúcar pero hay a quien le gusta igualar el peso de fruta y de azúcar, yo no lo creo necesario, varía en cuestión de gustos y si por lo que sea veis que pasado mas de 45 minutos la mermelada no cambia gran cosa en cuestión de densidad entonces si podéis probar a poner un poco mas de azúcar y hervir unos minutos fuerte, por si os quedasteis cortos o la fruta necesita una ayuda de azúcar por no tener suficiente pectina (otro día os cuento las frutas que tienen mas o menos pectina, lo que influye en las mermeladas y como corregir sin necesidad de que quede demasiado dulce).

Dulces bocados!


2 comentarios:

  1. Certifico que está de muerte la mermelada. Muchas gracias, Virginia, nos la teníamos que haber traído a Amsterdam pero al menos nos estará esperando cuando volvamos.

    Un beso,

    Bea

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  2. Gracias!!
    Haces bien en dejarla aqui que no quiero ni pensar en como iba la maleta
    Besos

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