- recolección del cereal (o legumbre)
- limpieza del grano
- tueste del grano entero (se trata de un grano no manipulado, mantiene todo su germen y salvado)
- molienda en molino de piedra
Su consumo aunque sigue manteniéndose ha perdido el protagonismo a pesar de los beneficios que aporta a una alimentación equilibrada y a su excelente sabor. Hace no tanto era el protagonista de muchos desayunos y meriendas, y si volvemos la vista atrás vemos como ayudo a superar épocas de hambrunas y fue el compañero inseparable de marineros que embarcaban para largas travesias.
Podemos hablar de todo esto y de su penetrante y cálido aroma, de sus colores tostados y terrosos, de su agradable sabor pero, como apunte antes, no hemos de olvidar sus interesantes aportes nutricionales.
El gofio es rico en vitaminas del grupo B, vitamina C y nos aporta hierro, calcio, magnesio y zinc.
En sus orígenes se consumía, principalmente, mezclado con agua y sal , o en su versión dulce con leche, miel e incluso plátanos. En muchos casos su preparación servía para sustituir el pan y así servir de acompañamiento al resto de los platos.
Hoy por hoy las preparaciones que podemos llevar a cabo con el son múltiples (y puede que el poder ver todas esas opciones le ayude a volver a ocupar un lugar importante en la gastronomía en beneficio de nuestros paladares y nuestra salud), aunque en Canarias lo consumen básicamente como:
- Pella: tipo masa ya sea dulce o salada
- Escaldón: semiliquido a partir de líquidos fríos o templados en los que se diluye una cantidad al gusto
- Escaldado: también mas o menos liquido pero a diferencia del anterior, una vez se ha disuelto se le hace hervir para que tenga cierto espesor.
Espero que esta presentación sirva para que se os despierte un poco el interés por este producto y tratare de ir poniendo recetas tradicionales y de mi cosecha que sirvan para endulzaros.
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