GALLETAS PARA MI MADRE

Me ha costado comenzar a dar forma a este blog. Tenía ganas de volcar y compartir todo lo que se, lo que sigo aprendiendo y todos los buenos ratos que me da estar ante mútiples ingredientes que casi por alquimia se transforman en grandes y pequeños placeres con los que endulzar un ratito de cada día de todos aquellos que te importan.

Puede que por eso el mejor regalo que quise dar a mi madre en el Día de la Madre fuese un rato todos juntos sentados alrededor de la mesa disfrutando de una buena comida y que tuviese un buen ¡y dulce! final.

Os paso la receta de estas galletas.....¡y prometo mejorar como fotógrafa!

GALLETAS DE CHOCOLATE Y FRAMBUESA

• 100 gr mantequilla



• 80 gr azúcar



• 1 huevo



• 250 gr harina



• las semillas de una vaina de vainilla

Para el relleno:

• mermelada casera de ciruelas y fresas (la publicaré en cuanto pueda, mientras si no tenéis a mano una mermelada casera probar con una buena de fresa, frambuesa o ciruela roja que encontréis en las tiendas)

Para la decoración:

• 50 gr de chocolate negro (por lo menos del 70%)



• frambuesas al natural

ELABORACION

Tener la mantequilla preparada a punto de pomada.

Batir a mano el huevo con el azúcar hasta que blanque y quede esponjoso en un bol grande. Incorporar ahora la mantequilla y seguir batiendo hasta que quede muy bien incorporada.

Abrir la vaina de vainilla a lo largo con un cuchillo afilado, sacar bien las semillas para unirlo a lo anterior.

Por último agregar la harina e ir creando la masa con una espátula de madera.

Cuando consigais que quede bien homogéneo (¡ya estaréis disfrutando del increible olor de la vainilla natural!) envolverla en un film transparente y guardarla en nevera para que endurezca (puede tardar entre 1 y 2 horas, pero si lo preferís podéis hacerla por la noche y terminar vuestras galletas al día siguiente) lo suficiente para luego trabajarla bien con rodillo.

Esta masa es blandita pero no os preocupeis porque cuando enfríe la podréis estirar bien.

Justo antes de sacar la masa de la nevera encender el horno a 180 grados. Alcanzado un buen punto de dureza, sacarla de la nevera y estirarla con el rodillo (hasta unos 3 o 4 mm de grosor).

Para darles esta forma necesitaréis un cortapastas grande y otro más pequeño con forma de corazón. Cortar los corazones grandes y luego a la mitad de ellos vaciarles el centro con el corazón pequeño. Ponerlas en la bandeja del horno forrada con papel de hornear dejando espacio entre ellas.

Estarán listas en unos 15 minutos, depende un poco de cada horno. Recordar que tienen que salir un poquito blanditas (sin exagerar) porque al enfriar endurecen.

Dejarlas enfriar en rejilla.

Cuando estén completamente frías es cuando las rellenamos y decoramos.

La galleta que nos sirve de base será el corazón grande que está completo. Sobre ella pondremos una capa de la mermelada (¡cuidado con ponerse demasiado goloso y hacer una capa muy gruesa que luego se puede salir por los lados!).

El corazón que tenemos con el hueco central va a ir bañado de chocolate. Para eso tenemos que derretir el chocolate al baño maría y dejar que baje un poco de temperatura para que al ponerla sobre la galleta no la ablande. Cubrir la superficie y los lados con ayuda de una espátula y dejar que seque.

Superponer las dos galletas y rellenar el corazón central con las frambuesas frescas que nos quepan.

Y por último....... ¡disfrutarlas acompañadas de besos!

Virginia