La verdad es que me lo pasé pipa y tuve la oportunidad de conocer a Ana y a Victor de
Caminar sin Gluten, que eran uno de esos afortunados ganadores.
No pude estar con ellos mucho tiempo pero estuvimos hablando cosas muy intersantes sobre las ya conocidas y no tan conocidas dificultades que tienen los celiacos en el día a día y cómo buscar alternativas.
Para mí fue especialmente agradable y constructiva la forma con la que ellos se enfrentan a esos problemas.
Los que me conocéis o habéis estado en alguno de mis cursos sabréis que yo suelo utilizar ingredientes muy diversos y distintos a los que normalmente se plantéan. Siempre me ha gustado investigar sobre las cualidades de otros productos y ver qué resultados dan, y os puedo decir que muchos de ellos son sorprendentemente buenos y que incluso superan a los tradicionales.
Bueno pues esto que yo hago porque soy un poco inconformista o "culo inquieto", según se mire, es muchas veces lo que se ven "obligados" a hacer las personas con determinadas intolerancias a los alimentos (y no digo sólo celiacos, también diabéticos, personas con intolerancia a la lactosa).
Vivimos en una sociedad en la que únicamente la "normalidad" es lo válido y lo rentable. Todo lo que se salga de esa uniformidad lo vemos cómo extrañeza y en muchas ocasiones lo dejamos de lado y no queremos casi ni pararnos a comprenderlo.
Para aquellos que viven esas diferencias puede hacerse muy difícil y costoso tener acceso y disfrutar de todo lo que los demás damos por sentado.
En el caso de Ana y Victor me gustó especialmente cómo abordan esos retos y cómo investigan de una forma tan creativa y positiva.
Quedé con ellos en mantenernos en contacto y compartir recetas. Y bueno en esta primera ocasión he querido hacerlo de este modo y para mostrarles mi aprecio.
Debo añadir que aunque haya etiquetado esta entrada como galletas aptas para celiacos espero que os animéis a probarlas celiacos y no celiacos porque no se trata de algo raro ni ningún experimento para sustituir el trigo sino que son unas deliciosas galletas blanditas, tipo las americanas, llenas de sabores, golosas... y que demuestran que hay cosas maravillosas aptas para muchas personas.
INGREDIENTES
200gr harina de garbanzo
113gr mantequilla en pomada
2 huevos
200 gr azúcar
las semillas de dos vainas de vainilla
250 gr de gotas de chocolate o chocolate troceado muy pequeño
75 gr nueces picadas
Tostar la harina de garbanzo en una sartén a fuego suave (apenas debe cambiar de color son sólo un par de minutos) y tamizar. Reservar.
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee. Añadir los huevos y seguir batiendo de modo que quede muy esponjosa.
Incorporar la harina con las semillas de vainilla y mezclar. Es una masa bastante líquida pero no os preocupéis es asi.
Cuando todos los ingredientes estén bien integrado es el momento de incluir las gotas de chocolate y las nueces picadas gruesas. Remover bien para que queden repartidas por toda la masa.
Ir cogiendo porciones con una cuchara y dejándolas sobre la bandeja de hornear forrada con papel sulfurizado dejando bastante espacio entre ellas porque es dentro del horno cuando se esparcen y cogen la forma circular.
Salen como para dos bandejas.
Meter al horno a 180 grados entre 13 y 15 minutos. Salen blanditas así que dejarlas templar un minuto y luego con ayuda de una paleta colocarlas sobre una rejilla hasta que enfríen.
Y disfrutar de su sabor, textura abizcochada y aromas...